4 generaciones, un mismo legado.
El legado de Antonio Martín Martín data de 1907 de manos de Simón Martín.
Es ahí donde comienza la historia de esta empresa familiar, dedicándose en sus inicios al comercio de pimiento de la Vera, transportándolo hasta Trobajo del Camino en León, y también a la venta de tocino procedente de las propias matanzas en Guijuelo, hasta Zamora, León y Galicia; tocino tan apreciado en aquella época y denostado en nuestros tiempos.
Con la llegada del tren a la zona, comenzó la compra de cerdos ibéricos, su sacrificio y posterior elaboración, para conseguir excelentes productos que destacan por su exquisito sabor y aroma inconfundible. Estos primeros pasos hereditarios fueron recogidos por Antonio Martín Martín, quien con sus productos tradicionales adaptados a las nuevas tecnologías y su inquietud por buscar nuevos sabores y texturas, han sido los impulsores de la firma “ANTONIO MARTÍN MARTÍN”.
Durante años, y para la consecución de esta marca, se han seleccionado a nuestros ganaderos, consiguiendo una excelente materia prima: “EL CERDO IBÉRICO”, de unas características homogéneas, criado en libertad en extensas dehesas. De este modo podemos ofrecer productos naturales de la más alta calidad.
Dicha sabiduría ha pasado de generación en generación, buscando una evolución para descubrir nuevas formas gastronómicas, apoyándose en una herencia tradicional marcada durante toda su historia.
Tradición adaptada a los nuevos tiempos.
La evolución tecnológica a lo largo de la historia, ha llevado a que todos los trabajos existentes en el mundo hayan avanzado con la inclusión de elementos tecnológicos, y por supuesto, el mundo chacinero no iba a ser de otra manera.
Lo cual no significa que se pierdan ciertos procedimientos tradicionales que dan al producto final una exquisitez única.
Por ello en Antonio Martín Martín tal y como nos enseñaron nuestro antepasados y la tradición secamos nuestros jamones en secaderos naturales aprovechandonos del clima de Nava de Bejar, cuya cercanía a la Sierra de Bejar hace de él un lugar privilegiado para la cura del embutido.
Todo esto unido al control exhaustivo desde el crecimiento y cría de los porcinos hasta su sacrificio y elaboración hacen del producto final una auténtica joya gastrónomica llena de sabor y aromas en el paladar.
D.O. Guijuelo
JAMONES Y EMBUTIDOS ANTONIO MARTÍN MARTÍN E HIJOS, S.L.
Empresa acogida a la Denominación de Origen de Guijuelo.
Jamones y embutidos Antonio Martín Martín pertenece desde sus inicios a la D.O.P. Guijuelo, y junto con otros industriales de la zona, apuesta por este proyecto que a lo largo de muchos años ha ayudado a que la comarca de Guijuelo tenga reconocimiento, no sólo a nivel nacional, sino también internacional.
El control de la calidad por parte de la D.O.P. Guijuelo comienza desde las mismas ganaderías, controlando la alimentación y cuidado de los cerdos y garantizando un producto de alta calidad desde que el animal se encuentra en la montanera hasta que llega a nuestros clientes.
El Órgano de Control del Consejo Regulador, a su vez, controlará la elaboración de los jamones y paletas no dejando nada al azar durante este proceso y trabajará junto con los industriales (entre los que se encuentra Antonio Martín Martín) en obtener un producto excelente después de, como mínimo, 24 meses de duro esfuerzo y dedicación en el caso de los jamones.
En Antonio Martín Martín estamos orgullosos de nuestros orígenes, de nuestra comarca, y por este motivo trabajamos junto a la D.O. Guijuelo en elaborar siguiendo los pasos más artesanales, un producto excepcional que sea digno de representar a nuestra comarca de Guijuelo y que satisfaga las necesidades y deseos de nuestros clientes y amigos.